Instituto puso el corazón y ahora va por la hazaña en Buenos Aires

Instituto encontró la receta para frenar a Boca, al campeón, al que parecía invencible, al que tiene al MVP de la Liga Nacional, al que llegó este martes a Alta Córdoba convencido de que iba a alzar el título, pero se encontró con el corazón albirrojo.

Apoyado en su ADN combativo y con el empuje de su gente, "La Gloria" volvió a demostrar que tiene argumentos para buscar la hazaña en Buenos Aires el próximo domingo, desde las 20 horas, en "La Bombonerita".

No solo argumentos, sino la receta de Lucas Victoriano, el DT que se fue ovacionado por todo el Ángel Sandrín y tiene en su capitán Leandro Vildoza, la fórmula para frenar a José Vildoza. Esta noche, el base cordobés sintió el rigor de la marca del Vildoza tucumano, que lo persiguió hasta el vestuario para no dejarlo con los centímetros necesarios para meterse en el partido.

"Pepe" Vildoza solo pudo anotar 6 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias en los 33 minutos que estuvo en cancha. Fue el jugador "Xeneize" que más estuvo en el terreno de juego y por primera vez en estas finales no pudo anotar un solo triple (0/8). Al igual que en el juego 4, el base tampoco pasó el doble dígito en puntos (esa noche anotó 8).

Primero fue la doble marca al cruzar la mitad de cancha, luego la persecución en todas las cortinas (casi sin cambiar la marca) y luego haciéndole sentir el físico desde el primer pique. Vildoza no logró quebrar esa primera línea defensiva y se fue apagando con el correr de los minutos. Tampoco pudo ayudar a Boca en los minutos finales, donde volvió a pedir la pelota, pero fue anulado por Leandro Vildoza y las ayudas. Solo pudo anotar 1 punto en el segundo tiempo, con un simple en el comienzo del tercer cuarto.

Ese factor fue fundamental para lograr el triunfo de esta noche en Alta Córdoba. Sin Vildoza, Boca necesitó de otros intérpretes y solo tuvo la mecha encendida de Santiago Scala (19 puntos) y la fortaleza de Ibargüen en la pintura, pero no encontró ni en Vega, Giorgetti, Piñero o Cuello un jugador que pueda suplir esa falta de puntos en el segundo tiempo.

Instituto le anotó 50 puntos en el complemento y tuvo un actor de reparto inesperado: Tomás Monacchi. El escolta-alero aportó 7 puntos (dos tiros libres claves) desde la banca y una defensa perfecta contra Scala, que logró sacarlo de ritmo en el clutch.

En un cierre infartante, donde Boca logró empatar dos veces y hasta pasar al frente faltando menos de dos minutos, aparecieron los que tienen que aparecer: Lugarini y Vildoza. El primero imponiendo su capacidad atlética de frente al canasto y el segundo con la conducción y dos tiros libres que sentenciaron el pleito.

Cuando el panorama era oscuro, el capitán Vildoza siempre estuvo. El preferido del DT y el favorito de la gente. Esta vez, jugó sin máscara y pudo ser el base cerebral que Instituto necesita. Terminó con 15 puntos, 4 asistencias, 3 rebotes y 3 robos.

Si no se puede encestar, hay que correr

"La Gloria" entendió que tras caer 26-34 el primer tiempo (anotó solo 6 en el segundo cuarto) y dirigirse al vestuario cabizbajo, el negocio no estaba en el triple. Hasta allí había lanzado 9 tiros de tres puntos y no había anotado ninguno. Si había que remontar la diferencia, tenía que ser con la receta de siempre: defender duro y correr.

El albirrojo apretó los dientes en defensa y aprovechó el contragolpe para encontrar los espacios y atacar de cerca el canasto. Sino era doble, era falta, pero si algo fue claro es que los jugadores de Instituto decidieron atacar con verticalidad. El resultado fue que los cordobeses lanzaron 28 tiros libres (68%), la mayor cantidad en estas finales.

Sin muchas reservas físicas, con Pomoli, Copello y Lee Aaliya entre algodones, el equipo quemó las naves para ver si podía arrimarse y no solo lo logró, sino que pudo dar vuelta el resultado. Ese envión anímico fue otra clave del cotejo y servirá seguramente para lo que pase el próximo domingo.

El épico juego 7, el que nadie se quiere perder

Desde que la Liga Nacional disputó su primera final en 1985 hasta nuestro días, hubo solamente cuatro definiciones a un séptimo y decisivo partido. Esta será la quinta vez e Instituto ya fue partícipe en la definición de la temporada 2018-19 ante San Lorenzo, donde "El Cuervo" se impuso en Buenos Aires (4-3).

De esas cuatro definiciones, nunca el equipo visitante pudo consagrarse campeón. Olimpia se impuso en Venado Tuerto ante Atenas (1995-96); Atenas hizo lo propio ante Independiente de General Pico en Córdoba (1998-99); Estudiantes otra vez ante "El Griego" en Olavarria (1999-2000) y el mencionado San Lorenzo-Instituto.

Hay un detalle. En todas esas definiciones hubo un equipo cordobés: tres veces Atenas y ahora dos Instituto. La diferencia es que "La Gloria" siempre lo hizo de visitante. Pero la esperanza es lo último que se pierde.

Y el antecedente es prometedor. El equipo de Alta Córdoba logró la hazaña en Santiago del Estero en el quinto juego de las finales de la temporada 2021-2022, cuando derrotó a Quimsa en su cancha. Esa serie se jugó a cinco partidos (fue la primera temporada después del formato de "burbujas" por la pandemia) y el conjunto de Lucas Victoriano se impuso contra todos los pronósticos en el Estadio Ciudad. Fue una noche inolvidable.

¿Podrá este equipo renovado de Victoriano repetir la hazaña en Buenos Aires? El DT tiene casi todo listo para dar el salto a España y este puede ser su último gran baile. Por lo pronto, la gente lo despidió en el Sandrín de pie y coreando su nombre, con la fe intacta de que Instituto puede contra todos, incluso contra el poderoso Boca. 

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