Playoffs de la NBA
22/05/2025 | 00:43
Redacción Cadena 3
Ignacio García Iturriza
Como en aquel juego de 1995 donde Reggie Miller se convirtió en el verdugo de los New York Knicks en el Madison Square Garden anotando 8 puntos en 9 segundos, este miércoles por la noche, Tyrese Haliburton evocó a la leyenda de los Indiana Pacers para imitarlo con un doble largo que sirvió para remontar una diferencia de más de 15 puntos en los 5 minutos finales y robarse el juego 1 de las Finales del Este.
Ese tiro que ahora da vueltas en todos los sitios de básquet del mundo, sirvió para empatar el juego en 125-125 y definir el partido en tiempo suplementario. El destino no quiso que fuera un triple, ya que el base pisó levemente la línea de tres puntos y todo quedó igualado.
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El festejo alocado de sus compañeros no fue nada a comparación de la señal del "choke" (ahogarse) que inmortalizó Reggie Miller en 1995 y que Haliburton imitó para sentenciar la remontada. Lo curioso, era que el mismo Miller estaba a un costado de la cancha comentando el duelo para la TNT y en la transmisión oficial no hizo otra cosa que reírse alocadamente. Nadie en todo el Madison Square Garden podía creer lo que estaba viendo.
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Tras forzar la prórroga, el equipo dirigido por Rick Carlisle aprovechó el desconcierto de los jugadores de Nueva York y logró quebrar a los Knicks para llevarse el partido por 138-135. Fue un golpe de escena en el primer juego de estas finales de la Conferencia Este y un guiño a los fanáticos de la NBA con varias similitudes de un duelo que tiene mucha historia.
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Lo impactante de todo esto, es que New York llegó a tener ventaja máxima de 17 puntos en el último cuarto y todavía ganaba por 119-105 con poco más de dos minutos por jugar.
El primer golpe apareció con una ráfaga triplera de Aaron Nesmith, marcando 6 triples en el último cuarto y 20 puntos en total que le permitieron recortar la desventaja a menos de 10 puntos. El alero aprovechó la relajación de los Knicks en defensa y apareció en un momento donde todo parecía encaminado para el festejo local.
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Con el partido revuelto y los fantasmas deambulando por el Madison, fue el turno de la estrella principal: Haliburton (31 puntos, 4 rebotes y 11 asistencias) que no solo se encargó de anotar, sino que defendió con intensidad a Jalen Brunson y asistió a sus compañeros cuando la defensa se concentraba en anularlo.
Del lado de Nueva York, Brunson fue el amo y señor de la ofensiva con 43 puntos y el puertorriqueño Karl-Anthony Towns marcó 35 tantos, más 12 rebotes, pero ninguno de los dos fue una solución cuando todo se consumía: Towns falló un libre clave que hubiese sentenciado el partido y Brunson no pudo meter el triple del empate para forzar un segundo tiempo suplementario.
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Todo continúa este viernes, nuevamente en el Madison Square Garden, con la obligación del local de empatar la serie y seguir con chances de recuperar la ventaja de localía cuando la final se mude a Indiana.
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/Fin Código Embebido/Informe de Ignacio García Iturriza.
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