La transformación de la joven adicta a la comida "chatarra"

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La transformación de la joven adicta a la comida "chatarra"

30/04/2018 | 12:10 |

Elle Goodall bajó 110 kilos luego de que su salud corriera un grave riesgo. Cambió radicalmente su alimentación y la vida sana y el ejercicio se convirtieron en su nueva pasión. 

Las hamburguesas y las papas fritas eran su adicción. Cuando no las estaba consumiendo, pensaba en ellas. Y para ella era cotidiano comerse tres Big Mac en una cena con una porción extra de papas. “Mi adicción estaba fuera de control”, contó en una entrevista. Su necesidad de comida chatarra la hacía pensar que su aspecto “no estaba tan mal”. Nada la paraba: llegó a gastar más de 100 mil dólares en McDonald’s.

Pero la vida de Elle Goodall dio un vuelco. A los 26 años y con 184 kilos le diagnosticaron diabetes tipo II y apnea de sueño (la respiración se detiene durante unos segundos). Le dijeron que, a ese ritmo, no llegaría a los 40 años. Supo que algo tenía que cambiar. Se sometió a una cirugía, cambió por completo su alimentación y comenzó una exigente rutina de ejercicios.

A partir del entrenamiento, la joven australiana empezó a correr maratones. Pero no se conformó. Luego compitió en triatlones y hasta completó la prueba más exigente para un atleta: el Ironman (3,8 kilómetros de nado, 180 de bicicleta y 42 corriendo). Sí, y hace dos años no podía ni siquiera atarse sola los cordones.

Ahora Elle comparte sus logros a través de sus redes sociales y cuenta cómo es su día a día sin la comida chatarra y alimentándose saludablemente. “Ahora sólo quiero demostrarle a la gente que si llegás a ese punto, hay algo que podés hacer para salvar tu propia vida”, expresó en un programa de televisión.

Qué come la “mujer de hierro”

Luego de una vida a base de comida chatarra, las frutas, verduras y batidos saludables pasaron a ser su nueva “adicción”. ¿Sus snack favoritos? Mini tostadas con palta procesada, chauchas y, por supuesto, todo tipo de frutas para aportarle al cuerpo la glucosa necesaria para que rinda al máximo.

Su alimentación antes:

Desayuno: nada.

Almuerzo: pollo rebozado frito, papas fritas y cola compradas en una cadena de comida rápida.

Cena: tres Big Mac con una porción extra de papas fritas y un helado de postre.

Snacks (entre comidas): nuggets (piezas de pollo rebozadas), papas fritas y leche chocolatada caliente.

Su alimentación ahora (un ejemplo):

Desayuno: batido de frutas y verduras verde.

Snack: maíz crudo de la mazorca.

Almuerzo: un huevo hervido y verduras crudas

Snack: algas marinas, frutas

Cena: salmón ahumado y ensalada.

La atleta mostró qué come antes de nadar. “En el vaso hay avena cocida mezclada con un poco de yogur que tomo antes de ir a la pileta. Cuando llego me como una banana y después de nadar, una manzana”, contó en su cuenta de Instagram.

Por qué hay que cuidarse con la comida chatarra

Como le sucedió a esta joven australiana, no son pocos los que en Argentina basan su alimentación en alimentos ultraprocesados. Nuestro país ocupa el tercer lugar en Latinoamérica (detrás de México y Chile) entre los que más consumen estos productos, según un informe presentado en 2017 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Panamericana de la Salud.

Su excesivo consumo está directamente relacionado con un aumento del sobrepeso y la obesidad, problemas cardiovasculares, diabetes y hasta cáncer. La comida chatarra también provoca fatiga crónica y depresión (ya vimos que hay alimentos que estimulan la felicidad y otros que actúan en contra).

¿Más datos? El 60 por ciento de los adultos en Argentina tiene exceso de peso. En los niños en edad escolar, es de un alarmante 30 por ciento. Solo el 17,6 por ciento de los menores de edad consume las 5 porciones de frutas y verduras diarias recomendadas.

Las frutas y verduras deben ser la base de la alimentación. Las comidas ultraprocesadas, en cambio, deberían ocupar un lugar muy pequeño en nuestra dieta para poder prevenir enfermedades y llevar una vida sana.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.