Llegó a EE.UU. con U$S400 y ahora tiene un equipo en Indycar

Ricardo Juncos tiene 43 años, es argentino y actualmente tiene su propio equipo de autos con los que domina las categorías menores de Indycar, como Pro Mazda e Indy Lights y el año pasado debutó en las 500 Millas de Indianápolis.

Sin embargo, no todo siempre fue fortuna para este emprendedor, nacido en Buenos Aires, mecánico y piloto de Fórmula Renault entre los años '90 al '95.

En 2001, en medio de la crisis que atravesaba el país, Juncos debió cerrar su taller y se quedó sin trabajo, tuvo un par de empleos en los que no le pagaron: “La crisis de 2001 nos liquidó y tuvimos que arrancar de vuelta”, contó Juncos Cadena 3.

Por aquel entonces, su abuelo le dio 400 dólares para que viaje a Estados Unidos y pueda pasar por migraciones. “Trabajé durante dos años y medio para cancelar las deudas en Argentina. Empecé a trabajar en una carpintería y mientras buscaba entrevistas que tuvieran que ver con las carreras”, agregó.

Fue así que consiguió entrar a un taller mecánico preparando un equipo de kartings “pero sin paga”. “Era un equipo de karting chiquito de Miami, pero a los tres meses ya era encargado del equipo y empecé a ver el panorama, la parte del sistema que es diferente al argentino y aprender el idioma que me llevó como dos años para poder comunicarme”, detalló.

“Había gente que me decía ‘Ricardo ármate tu propio equipo’ y así fue que empecé con un taller chiquito”, expresó.

En 2009 comenzó a competir en el Star Mazda Campionship (ahora Pro Mazda Championship) y en 2011 se mudó a Indianápolis donde instaló Juncos Racing.

“Teníamos un proyecto lindo, conseguimos unos terrenos y la ciudad nos ayudó mucho también. En ese momento no teníamos dinero para hacer nada, pero comenzamos de nuevo y ahora tenemos los tres equipos de carrera”, recuerda.

Desde el año pasado compite en las 500 Millas de Indianápolis con dos pilotos, y este año está haciendo diez carreras del campeonato con el piloto estadounidense Kyle Kyser, el mexicano Alfonso Celis y el dinamarqués René Binder.

“Las 500 Millas tiene 102 años de historia y pasan dos millones y medio de personas por cada evento”, comentó eufórico.

“Es impresionante cada vez que se hace. Es muy emotivo y muy groso para los americanos. Como argentinos es un sueño. Hace 15 años no pensaba estar en esta posición”, reveló.

Este fin de semana su piloto Kyle Kyser larga 17º de 33 autos en las 500 Millas, una de las carreras más riesgosa, donde los autos alcanzan 350 km/h, y es la segunda categoría de autos monopostos más importante del mundo, luego de la Fórmula 1.

“Tenemos 28 personas full time y 45 en total con los tres equipos”, apunta y precisa que los autos para la competencia tiene un costo de 680 mil dólares, en tanto que en cada campeonato “bien hecho”, se invierten entre 6 y 7 millones de dólares.

Entrevista de Rony Vargas.