Cuesta de Miranda

Imperdibles de Argentina

Una ruta milenaria de paisajes imponentes para recorrer en La Rioja

20/10/2022 | 12:06 | Se trata de la Cuesta de Miranda, un trayecto de 112 km que forma parte de la mítica Ruta 40. Hay miradores para frenar y sacar fotos. Los paisajes son imponentes. Está asfaltado y señalizado. 

La Cuesta de Miranda es un trayecto de la Ruta 40 imperdible para aquellos que visiten la provincia de La Rioja. Un camino que atraviesa formaciones de piedra, moldeadas desde hace miles de años por el viento y la lluvia.

A poco más de 40 kilómetros de Chilecito, este tramo entre las ciudades de Villa Unión y Chilecito, comienza en su cruce sobre el río Miranda. Allí, el curso de agua corre rápido y transparente varias decenas de metros bajo el puente, entre dos altos paredones rojizos y llega hasta el Mirador de Bordo Atravesado, donde alcanza su punto más alto, a 2.040,5 msnm.

Se trata de un camino de 112 km aproximadamente, de este a oeste, a lo largo de los cuales el río acompaña la mítica ruta en cada kilómetro, casi como un guía natural que marca el ritmo. El rojo de los paredones contrasta con la majestuosidad de la Cordillera de los Andes y el cielo celeste estridente, típico de La Rioja. 

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Un paseo que incluye más de 400 curvas, pendientes, acantilados, cañones y gigantes paredones surcados por el viento y el agua. Todo es ondulado, con subidas y bajadas. No hay un horizonte, la línea recta es tan sólo un recuerdo. 

Foto: Elisa Nievas

Si bien son sólo 112 kilómetros, el paisaje es tan imponente, que vale la pena disminuir el ritmo y frenar en cada rincón a contemplar la naturaleza, sacar fotos y disfrutar de la imponencia del paisaje. Uno de los puntos con vistas más majestuosas es el mirador de Bordo Atrvesado. Desde allí se puede ver a lo  lejos el Cañón de Talampaya. Quienes sean muy afortunados, tendrán la suerte de ver el sobrevuelo de algún cóndor.  

Antigua Cuesta de Miranda

En otros tiempos, este supo ser uno de los tramos desafiantes de la ruta 40, con su calzada de ripio polvorienta y serpenteante. El estrecho camino estaba bordeado por paredones de un lado, y por el precipicio hacia el valle, del otro. Actualmente, es una ruta totalmente asfaltada y con señalización. Además, hay cartelería con el nombre de los atractivos turísticos al paso. Incluso, en los tramos más empinados y en curva, se agregó un tercer carril, para que transiten los vehículos de pesados

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