Crudo relato de la médica que le hizo RCP al nadador muerto en el Kempes

Natalia Caffaro, médica pediatra y a su vez deportista que se encontraba compitiendo en el torneo de natación, fue la primera en asistir al hombre federado que falleció en la pileta del Estadio Kempes este domingo. 

La facultativa relató la secuencia que desmiente algunas versiones iniciales y expone la frustración por los tiempos de respuesta.

La doctora aclaró que el nadador "no cayó desplomado" al salir del agua. "En realidad, él compitió su prueba de natación, terminó" y luego se sentó con su grupo, donde ella también estaba como "una competidora más". "Soy médica pediátrica, deportista y estaba compitiendo en el torneo, no estaba en rol de médica".

El hombre se descompuso; primero fue asistido por la paramédica. "Tenía los signos vitales normales, él me dice, estoy con un poco de dolor en el cuello, pero bueno, ya estoy mejor". Sin embargo, al poco rato, la paramédica le advirtió: "Mirá, no lo veo bien". En ese momento, Caffaro se acercó.

"Cuando me acerco, estaba inconsciente. Entonces, le tomo el pulso y no tenía, estaba en paro, lo acostamos en una colchoneta e iniciamos las maniobras de reanimación básicas a la espera de que venga la asistencia".

La médica tomó la iniciativa y le pidió a la paramédica: "Cambiá el código, llamá a la ambulancia con un código rojo, que es una emergencia realmente".

La eterna espera

Para Natalia Caffaro, los minutos se hicieron eternos. Subrayó que su capacidad como médica para realizar un RCP básico en ese lugar era limitado: "Da igual que haya médicos o no médicos, sino personas capacitadas en reanimar, y que después lleguen los médicos con los elementos necesarios, las drogas necesarias, lo que haga falta, para continuar con la asistencia del paciente".

Al ser consultada sobre el tiempo de espera, su respuesta fue contundente: "Creo que media hora, por lo menos" pasó entre el pedido de la ambulancia de código rojo y su llegada. 

Además, reveló la distancia del equipo vital. "El desfibrilador no estaba ahí en el área de pileta". El más cercano, uno de los tres del campus, requería ser buscado cruzando una parte del predio.

Por otro lado, su decisión de hablar, dijo, fue para "aclarar, para decir las cosas que como fueron, que no fueron perfectas, ni mucho menos, pero tampoco exagerar o hacer más de lo que fue".