Claves para recuperar el equilibrio sin culpas tras las fiestas

Tras las celebraciones de Navidad, la nutricionista María Belén Núñez (MP 7667), compartió una serie de consejos para atravesar los días posteriores a los festejos sin culpas y con foco en el bienestar. En diálogo con Cadena 3, destacó la importancia de evitar los “atracones”, priorizar la hidratación y retomar las rutinas habituales sin caer en compensaciones forzadas.

Uno de los temas centrales fue el uso de bebidas isotónicas. Núñez explicó que pueden ser útiles para la población general sana, especialmente ante deshidratación, consumo de alcohol, comidas pesadas o incluso cuadros de vómitos y diarrea. Sin embargo, advirtió que no son para todos: personas con hipertensión, diabetes u otras condiciones deben adaptarlas a su estado de salud y medicación para evitar efectos adversos.

Lejos de promover restricciones, la especialista llamó a bajar la ansiedad: “La salud se construye los 365 días del año. Comer mal uno o dos días no genera problemas si luego volvemos a nuestros hábitos”. En ese sentido, aseguró que el “recalentado” está permitido, siempre que se eviten cantidades exageradas, se sumen ensaladas, se priorice el agua por sobre otras bebidas y se elijan preparaciones más caseras y livianas.

El calor, el descanso alterado y los cambios en la hidratación forman —según Núñez— un combo que puede generar malestar. Por eso recomendó escuchar al cuerpo: aumentar el consumo de agua, optar por infusiones frías o limonadas caseras y registrar qué nos está pidiendo el organismo.

Pensando en Año Nuevo, el consejo fue claro: volver a los hábitos. Proponerse pequeños objetivos, revisar qué alimentos faltan incluir, moverse más —aunque sea caminatas en horarios frescos— y sumar actividad en la vida diaria. También sugirió planificar mejor las comidas para evitar desperdicios y excesos si sobró comida en Navidad.

Ante la consulta sobre cómo organizar reuniones donde cada familia lleva algo, Núñez propuso una planificación por momentos: entradas, plato principal, guarniciones y postres, asignando responsabilidades para evitar mezclas excesivas. Incorporar verduras, ensaladas, dips livianos (yogur, queso, hummus) y guardar o freezar rápidamente lo que sobra ayuda tanto a la digestión como al orden.

Para quienes entrenan durante el año, llevó un mensaje de calma: “Por uno o dos días no se pierde el trabajo de meses”. Alertó además sobre las dietas mágicas que suelen aparecer tras las fiestas y el riesgo de generar una mala relación con la comida, incluso trastornos de la conducta alimentaria. La clave, subrayó, es sostener la educación alimentaria y el acompañamiento durante todo el año.

Con humor y cercanía, Núñez cerró recordando que también es parte de los festejos: “El primero de enero me junto con la familia, festejo y dejo de lado la matrícula: también soy un ser humano”. Un mensaje simple y necesario para disfrutar las fiestas con equilibrio y sin culpas.