Encontraron los restos óseos de Diego Fernández Lima, desaparecido en 1985. (Clarín)

Impactante hallazgo

Caso Fernández Lima: un forense destacó los trabajos de orientación del cuerpo

07/08/2025 | 13:24

Carlos María Vullo habló con Cadena 3 del proceso de búsqueda del joven encontrado en la casa donde vivió Cerati. Qué se sabe hasta ahora del ADN de la víctima, desaparecida durante 41 años.

Redacción Cadena 3

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Qué se sabe del ADN del joven encontrado en donde alguna vez vivió Gustavo Cerati

Desaparición de Diego Fernández Lima: el agradecimiento de la familia a los forenses

Los restos óseos descubiertos en mayo de este año en una obra en construcción en el barrio de Coghlan, junto a la casa que Gustavo Cerati alquiló entre 2001 y 2003, fueron identificados como los de Diego Fernández Lima, un adolescente de 16 años desaparecido el 26 de julio de 1984.

La confirmación, realizada mediante pruebas de ADN, reabrió un caso que permaneció sin respuestas durante más de cuatro décadas. Diego, estudiante de la ENET N.º 36 y jugador de fútbol del club Excursionistas, fue visto por última vez tras salir de su casa en Belgrano/Villa Urquiza luego de almorzar con su madre.

Según los registros, se dirigía a visitar a un amigo, pero nunca regresó. Testigos lo ubicaron en la esquina de Naón y Monroe, a pocos metros del lugar donde se hallaron sus restos, en la avenida Congreso al 3700.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que Diego murió de forma violenta, con una herida punzocortante en la cuarta costilla derecha y cortes en el fémur izquierdo, posiblemente ligados al momento de la muerte o a un intento de desmembramiento. Junto al cuerpo se encontraron objetos de la época, como un reloj Casio con calculadora, un corbatín escolar, una suela de zapato, un llavero y una moneda de cinco yenes, que ayudaron a contextualizar el hallazgo.

La identificación fue posible gracias a la intervención de un sobrino de Diego, quien, tras leer sobre el descubrimiento, sospechó que podía tratarse de su tío. La madre del joven, aún con vida, proporcionó una muestra de ADN que confirmó la identidad. La familia había denunciado la desaparición en 1984, pero la Policía, en aquel entonces, lo clasificó como "fuga de hogar" y no avanzó en la investigación.

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Juan Benigno, padre de Diego, falleció en un accidente de tránsito sin conocer el destino de su hijo, convencido de que había sido secuestrado, posiblemente por una secta.

El caso, ahora bajo la investigación del fiscal Martín López Perrando, apunta a esclarecer las circunstancias del crimen. Las autoridades planean interrogar a los ocupantes de la vivienda en 1984, una mujer de edad avanzada y sus dos hijos, de apellido Graf, para determinar su posible vinculación con los hechos.

El hallazgo generó conmoción, en parte por la conexión con la casa asociada a Gustavo Cerati, aunque no existe evidencia que relacione al músico con el caso, dado que vivió en la propiedad casi dos décadas después.

Carlos María Vullo (MP. 1.311) es el director del Laboratorio Genética Forense del Equipo Argentino de Antropología Forense y fue quien llevó a cabo el cotejo de ADN de Diego Fernández Lima. En diálogo con Cadena 3, explicó el proceso de identificación.

"El trabajo del equipo es sumamente especializado en búsqueda y restitución de identidades, tanto de cuerpos recientemente desaparecidos como aquellos desaparecidos hace décadas", señaló.

El caso de Diego comenzó con el hallazgo de restos óseos, lo que desencadenó una investigación multidisciplinaria que combinó arqueología, antropología y genética forense. "El hallazgo de un cuerpo dispara una investigación de identidad. En este caso, encontramos elementos asociados, como un reloj, que ayudaron a acotar el período de desaparición, reduciendo un universo de 41 años a épocas más específicas", detalló.

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El proceso comenzó con el trabajo arqueológico, que analizó objetos asociados al cuerpo, como ropa, para contextualizar el hallazgo. Luego, el área de antropología determinó que los restos pertenecían a un hombre joven de entre 13 y 18 años, lo que permitió reducir el número de posibles víctimas. "Esto es fundamental, porque comparar contra todos los desaparecidos en Argentina sería una tarea masiva", señaló Vullo.

El paso clave fue el cotejo genético. Tras una investigación exhaustiva, el equipo contactó a dos familias con posibles vínculos al caso. La muestra de ADN de la madre de Diego Fernández Lima arrojó un "match muy fuerte", con una probabilidad de identidad superior al 99,99%. "Sin una presunción de identidad, no sabríamos a quién pedir una muestra para comparar. La investigación previa es esencial", subrayó el especialista.

Vullo también explicó a Cadena 3 los desafíos del trabajo forense en casos de larga data. "El tiempo, el tipo de suelo y la humedad son factores que atentan contra la preservación de los restos. En Buenos Aires, el clima húmedo y los suelos con humus aceleran la degradación. En suelos ácidos, los huesos pueden convertirse en tejido blando y desaparecer, dejando solo dientes, que son lo último en degradarse", afirmó. A pesar de estas dificultades, el equipo logró obtener un perfil genético viable, lo que permitió la identificación.

El cierre de este caso trajo una profunda satisfacción al equipo. "Es una gran alegría devolverle la certeza a una familia después de 41 años. Si no hubiéramos encontrado coincidencia, capaz seguiríamos buscando entre un universo reducido de posibles víctimas, pero en este caso, era un caso completamente abierto, sin presunciones iniciales", destacó Vullo. La identificación de Diego no solo resolvió una incógnita, sino que permitió a su familia cerrar un capítulo de dolor tras cuatro décadas de incertidumbre.

El trabajo del EAAF, según Vullo, es integral y multidisciplinario. "No trabajo solo en el laboratorio; hay un equipo de profesionales que hacen posible estos resultados. Es un orgullo colectivo”, enfatizó. La madre de Diego, al conocer la noticia, expresó un profundo agradecimiento: "No tengo palabras, necesitaría algún día abrazarlos. Todo el trabajo, la velocidad, el respeto, fue impresionante. Son unos genios".

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"Saber que una familia puede despedir a su ser querido después de tanto tiempo es un gran estímulo para seguir adelante", concluyó Vullo.

Javier Fernández Lima, hermano menor de Diego, expresó a Cadena 3 su profundo agradecimiento a los genetistas y al equipo de antropología forense. "Me encantaría abrazar a cada uno del equipo antropológico, la fiscalía, todos los que estuvieron. Amigos de Diego aparecieron de todos lados, y les agradezco de por vida porque lo encontramos, gracias a Dios”.

Javier, quien tenía 10 años cuando su hermano desapareció, relató el impacto de la noticia en su familia, especialmente en su madre de 87 años. "Estoy tratando que no vea mucho, porque es complicado. Su cabecita a veces se va, hay que entenderla".

"Gracias totales, como decía Cerati. Porque si no era por Gustavo, quizás me moría sin saber dónde está mi hermano", confesó Javier. Recordó a Diego como su ídolo: “Tenía 16, jugaba al fútbol en Excursionistas, lo iba a ver. Dormíamos en una cucheta, jugábamos en un cuartito de 3x3. Era un genio".

Javier también compartió el dolor de crecer con la incertidumbre. "Es un agujero en el alma, un dolor que cualquier familiar de un desaparecido puede entender. Crecí con esto en el pecho, es muy duro".

Reveló que su padre, ya fallecido, llevó a cabo su propia investigación en los años '80, recopilando datos en una libretita con nombres, teléfonos y direcciones de amigos de Diego. "Esa libretita tiene todo. En el '84, '85, la Policía preguntó y nadie sabía nada", afirmó.

Ahora, un compañero de Diego, residente en el exterior, declarará vía Zoom sobre una posible conexión con un amigo que vivía en la casa del hallazgo. "Es increíble, no puedo creer que le hicieran eso. No nos entra en la cabeza", expresó Javier, quien clamó por justicia. "Confío en la libretita de mi viejo y en esta declaración para saber quién le hizo esto a Diego".

"Saber que una familia puede despedir a su ser querido es un gran estímulo", concluyó Carlos María Vullo, mientras Javier espera poder darle un adiós final a su hermano. "Ojalá se haga justicia, pero ahora, por lo menos, podemos cerrar esta etapa", cerró.

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Entrevista de Rodolfo Barili.

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