Piletas: agua limpia y saludable todo el año

Comienza la temporada de calor y ponemos a punto la pileta en casa.

Es fundamental que el agua esté limpia y saludable para evitar la transmisión de enfermedades y las infecciones respiratorias,

gastrointestinales, en la piel, los ojos y los oídos. Además, es la principal manera de no derrochar agua.

¿Cómo hacerlo? ¿Qué tener en cuenta? Te damos algunos consejos para preparar la pile. ¡Prestá atención!

Ajuste del pH. El primer paso para conseguir un agua limpia consiste en regular el pH. El valor correcto debe situarse entre el 7,2 y el 7,6 para garantizar que el resto de medidas aplicadas funcionen de forma efectiva. Tabletas de cloro, electrólisis salina y oxígeno activo son los productos ideales.

Desinfección. Para que no aparezcan microorganismos, debemos mantener el cloro residual libre entre 0,5-1,0 ppm. De esta manera, el agua estará desinfectada, evitaremos que se enturbie y

aparezcan algas. 

Prevención de algas. La radiación solar y el calor, propios del verano, favorecen la aparición de algas, elemento de cultivo ideal para hongos y bacterias. Para evitar este problema y su proliferación, es recomendable aplicar un alguicida de forma regular; además debe estar acompañado por desinfectante, como cloro o bromo, para conseguir un efecto sinérgico y aumentar la eficacia del alguicida. 

Agua cristalina. Muchas veces aparecen turbiedades en el agua, debido a la presencia de partículas diminutas. ¿Cómo las eliminamos? La adición de un floculante hace las partículas más grandes, de manera que el filtro las pueda retener, y así clarifica el agua, eliminando también los iones metálicos oxidados que el filtro por sí solo no es capaz de retener. 

Cuidado del filtro. Un buen cuidado del filtro permitirá que el tratamiento químico sea más eficaz.

Con un filtro sucio, la calidad del agua empeora y aumenta el consumo de productos químicos.

Además, se multiplican los gérmenes que luego se extienden por el agua. Para mantenerlo se recomienda realizar contralavados y limpiar y desinfectar la arena una vez al año, antes del inicio de la temporada de baño. 

Mantenerla todo el año

Luego de poner a punto la pileta, lo más importante es mantenerla. La frecuencia de la limpieza varía según la época, pero hacerlo y tener el agua limpia todo el año es fundamental para:

- Reducir del consumo de agua.

- Mejorar los elementos mecánicos (depuración, cloración, skimmer etc.).

- Proteger la pileta: el agua mantiene estable la presión sobre las paredes evitando la

aparición de grietas o fisuras.

¡No vacíes tu pileta en invierno! Colaborá con el medioambiente, evitá el derroche de agua y cuidá tus instalaciones!