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Agua de la canilla: ¿por qué la mejor opción?

04/09/2017 | 11:22 | Porque durante todo el proceso de potabilización, desde que ingresa a la planta, y en todo el recorrido de la red de distribución se realizan más de 4.000 análisis mensuales para asegurar su calidad.

Si bien hay muchos mitos en torno al tema, el agua potable o de “la canilla” puede tomarse en forma directa. Esto se debe a que se trata del producto alimenticio más controlado del mercado mediante las normas locales e internacionales que regulan los estándares de calidad del agua para consumo humano.

En la ciudad de Córdoba, el agua que se distribuye está controlada los 365 días del año. Aguas Cordobesas lleva a cabo un plan de muestreo según el cual se realizan más de cuatro mil análisis mensuales de acuerdo con más de 80 parámetros.

Te contamos cuáles son sus principales ventajas:

Llega rápido a los hogares. Desde las plantas potabilizadoras hasta nuestra casa, el agua realiza un circuito muy rápido, lo que nos asegura su calidad, a diferencia del agua comercial, que permanece días o semanas envasada.

El agua embotellada de envase retornable, como la que se usan en los dispensers, suele tener una calidad bacteriológica deficiente, que incluso puede tornarla no apta para consumo. Los factores que inciden son la temperatura, la exposición a la luz, el plástico libera sustancias potencialmente tóxicas para el contenido y principalmente el tiempo que permanece envasada.

No se necesita hervirla ni filtrarla. El agua que llega de la canilla puede tomarse en forma directa, sin ningún tipo de agregado o tratamiento.

Recibe rigurosos análisis de calidad. Para establecer su potabilidad, se consideran parámetros físicos, químicos, bacteriológicos y biológicos que se analizan tanto en el agua cruda como durante el tratamiento de potabilización y en su distribución por la red.

No produce residuos contaminantes. El agua llega a través de una red ya instalada directamente en nuestro hogar y desde la canilla.

Esto significa que no requiere la producción de envases plásticos contaminantes. La mayor parte de las aguas envasadas son embotelladas en envases PET (tereftalato de polietileno). Para producir una botella de 1 litro se necesitan 162 gramos de petróleo y siete litros de agua, creando más de 100 gramos de CO2 por cada botella vacía.

Es económica y de fácil acceso. Disponemos de ella con sólo abrir la canilla.

La seguridad y calidad del agua del hogar está fuertemente determinada por el correcto mantenimiento del tanque de reserva. Se recomienda hacerlo al menos una vez al año y mantenerlo tapado de manera hermética.

Aguas Cordobesas, 20 años trabajando en la construcción de un a ciudad mejor.