Andrés Iölster es manager de Cargil y director de CARBIO y CIARA

El nuevo Biocombustible

Una amenaza para las exportaciones del complejo soja

26/09/2022 | 19:45 | El manager de Cargill y representante de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), Andres Iölster, se refirió en ACSOJA 2022 al nuevo fenómeno del diésel renovable (HVO), un biocombustible producido a base de grasas y aceites hidrotratados, que podría amenazar las exportaciones del complejo argentino deprimiendo sus precios.

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Durante su presentación en el seminario "Un contexto de amenazas internas y externas para la cadena de la soja", como parte de ACSOJA 2022, Andrés Iölster estudió que las inversiones de este nuevo combustible HVO son mayoritariamente de empresas energéticas, en lugar de las agroindustriales, y posee un crecimiento de consumo en Estados Unidos y Europa.

El empresario contó que en Estados Unidos, con el aceite de soja de desechos industriales como material principal, se espera un crecimiento de 8 millones de toneladas en 2024. 

Esta demanda de aceite está causando un incremento gigantesco en la capacidad de molienda en ese país y en Canadá. En efecto, Estados Unidos molerá mucho más poroto y colocará los excedentes de harinas proteicas agresivamente en los mercados externos, lo cual impactará en la capacidad de pago de la industria aceitera en Argentina, que trabaja con márgenes que apenas cubre costos variables. Resultará en precios más bajos para la soja y probablemente mayor dependencia de la demanda de poroto desde China.

“El efecto principal es que ese aumento en la demanda de aceite en EEUU está produciendo un incremento en la capacidad de molienda en ese país,

 y el problema que nos trae a nosotros es que cuando un muele soja también produce harina proteica, la cual ya no tendrá demanda en América del Norte y la van a empujar a los mercados globales, compitiendo con la nuestra y deprimiendo los precios”.

Y agregó Iölster: “En EEUU van a tener un buen margen porque ese aceite estará 250/300 dólares por arriba del aceite sudamericano y descontar así el precio de la harina, sin perder valor en su cadena, mientras que para nosotros, esa situación se complicará y puede primarizar nuestras exportaciones”.

La alternativa para la industria argentina

“Lo que podemos hacer -advirtió el ejecutivo de CARBIO y miembro de CIARA- es aumentar el consumo doméstico de los productos de la industria, y convertir harinas proteicas en carne, o aumentar la producción de biocombustibles, quizás hasta en HVO también”.

Pero el problema es que “la volatilidad de las reglas de juego en el país, hace que pocos estén pensando en invertir hasta que tengamos un horizonte un poco más claro”, especificó Andrés Iölster.

El HVO en el mercado

Lo cierto es que EEUU está desarrollando esta nueva variante de biocombustible en base a la soja, que en los próximos años podría generar cambios significativos en la economía mundial y en particular en las exportaciones argentinas, que podrían verse afectadas por una baja en el precio de los productos derivados de la oleaginosa.

El HVO (Hydrotreated Vegetable Oil) o hidro biocombustiblem, a diferencia del biodiesel, está en fase experimental en varios países bálticos y escandinavos y, según sus promotores, permite reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 90% desde su producción hasta su uso vehicular.

Otra diferencia con el biodiesel es que al HVO se lo puede usar al 100%, sin necesidad de corte, porque es un sustituto pleno y total del diésel mineral. Al respecto, en junio la Argentina elevó el corte de biodiesel del 5% al 7,5%, de lo que se desprende que, aun con esa suba, el aprovechamiento del HVO es trece veces mayor, representando un ahorro mayor en un combustible como el gasoil, que la Argentina importa en un 30% de su consumo.

Dicho de otro modo, una vez que el desarrollo de la tecnología del HVO alcance su maduración, Estados Unidos podría suplir el uso de combustibles fósiles con consecuencias por partida triple: en el mercado de hidrocarburos, con precios que tenderían a la baja en tanto bajaría el consumo del principal demandante mundial; en el mercado de la soja, con el impulso a un mayor incremento de la producción y su destino a la industrialización; en el comercio internacional en general y en el argentino en particular.