"Un retroceso para los productores más chicos"

La derogación de la Ley Ovina, que había sido un pilar para los pequeños y medianos productores, genera preocupación en el sector. Según Agustín Spina, presidente de la Cámara e Productores Ovinos de Córdoba (CAPOC), “la ley fue muy significativa porque estuvo armada para ayudar a los productores pequeños y medianos a ser más eficientes en su producción”. Este año, al eliminarse la ley, se repite la situación del año anterior, donde no se generaron nuevos proyectos debido a la falta de fondos.

El productor, quien también se benefició de la ley hace cinco años, destacó a El Campo Hoy que en su momento, haber accedido a estas líneas de crédito subsidiadas, le permitió tener toda la maquinaria necesaria para su tambo ovino, donde produce quesos y dulce de leche, agregando valor a su materia prima. Además, subrayó que el apoyo financiero, con tasas bajas, representó una gran ayuda para muchos, facilitando la adquisición de insumos y mejorando la rentabilidad.

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“El trabajo que se hizo en Córdoba fue muy serio e impecable”, comenta, haciendo referencia a la Mesa de verificación en la que participó. En su experiencia, los productores estaban interesados en mejorar sus procesos y no solo en aumentar el número de cabezas. “Era bastante interesante”, añade, aludiendo a las oportunidades de inversión en la producción.

A pesar de los problemas de morosidad que suelen existir, el productor enfatiza que “era una ley que beneficiaba mucho al productor”, resaltando su impacto en las economías regionales. “Es muy interesante para las grandes producciones, pero para las economías regionales era una gran ayuda”, señala, lamentando la decisión de cerrar este programa de incentivos.

Seguir adelante

En cuanto a los desafíos futuros, el productor menciona la necesidad de “concientizar al productor para el ciclo 2”, buscando mejorar la calidad de los animales y establecer una mejor comunicación con los consumidores. “Queremos hacer que el productor pueda llegar a un animal pesado”, explica, apuntando a la importancia de ofrecer cortes de cordero en las carnicerías y restaurantes de Córdoba.

Actualmente, en Córdoba hay aproximadamente unas 390 mil cabezas con unos 15.000 productores registrados (con RENSPA), de los cuales 170 están asociados a la Cámara. Sin embargo, el número real de cabezas es una incógnita, aunque se estima que duplica al rodeo oficial.

El productor concluye que “es también nuestra tarea que se pongan en la legalización”, subrayando la importancia de un censo adecuado para fortalecer la industria ovina en la provincia.