¿Qué pasaría si exportáramos únicamente soja sin procesar?

Según estimaciones, Argentina con su industria aceitera percibe casi u$s 5.000 millones más que si no la tuviera.

La Bolsa de Comercio de Rosario indica que "el hecho de que Argentina exportase sólo poroto de soja sin procesar tendría un alto impacto negativo, no solo en la pérdida de divisas, sino también en el derrame que la cadena genera en otras actividades. 

Argentina posee una industria que figura entre las más competitivas del mundo, siendo el único competidor que produce en un año el equivalente a 12 años de consumo interno de harina de soja, al mismo tiempo que procesa por un equivalente a casi el 80 % de la producción local. 

De no existir su aporte, sufriría de manera importante una baja en sus precios de exportación del poroto por los menores niveles de proteína que tiene nuestro país respecto de otros competidores; al tiempo que los productores agropecuarios sufrirían importantes descuentos en el precio FAS que obtienen por la venta de su soja en el caso de entregar granos de mala calidad, especialmente ante eventos climáticos extremos. 

En ambos casos, la existencia de la industria procesadora permite moderar el impacto de las condiciones del producto en origen, por calidad proteica o efectos climáticos sobre el grano. 

Además, si no existiera la industria oleaginosa argentina, habría muchísimos problemas para colocar el poroto de soja en el exterior debido a la falta de países que nos quieran comprar la mercadería. 

Hoy, China es el principal el importador del producto primario, llegando en la campaña 16/17 a acaparar el 90% de los envíos desde el país.

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