Perracino, en Villa Trinidad: cuenca lechera por excelencia

Roberto Perracino, productor lechero y titular de Perracino Litoral Maquinarias S.A., ubicado en la cuenca lechera de Villa Trinidad, Santa Fe, dialogó con Felipe Agusti acerca de la incorporación de tractores Agrale a sus oferta de productos y la situación de la lechería.

Perracino explicó que hace 13 años comenzaron con la venta de maquinaria agrícola, destacándose la línea de mixer verticales, y luego de advertir la necesidad en la zona de un tractor robusto y confiable para las tareas de tambo, incorporaron los tractores AGRALE a su oferta, con opciones de 75, 110, 150, 180 y 215 caballos de fuerza.

Se trata de un tractor con motor de bomba lineal y caja de cambios palanquera, "algo muy sencillo, un tractor con la tecnología justa", aseguró.

En este contexto de pandemia, remarcó que la venta de maquinaria agrícola no se detuvo y han cerrado buenos negocios en todos los rubros.

También destacó que es representante de GEA, empresa líder en equipos para tambos, mixer, tanques estercoleros y tolvas autodescargables.

La otra empresa destacada de la que Perracino Litoral Maquinarias es concesionaria es Crucianelli de Armstrong, con la línea de ultramodernas sembradoras Plantor y Drilor.

Cuenca lechera

En su carácter de productor lechero, Perracino explicó que la zona de Villa Trinidad es la segunda cuenca lechera más importante del país luego de Villa María, con aproximadamente 3.000 tambos.

Remarcó que la escasez de leche hace que los precios hoy sean buenos. "Estamos en un verano que debería ser habitual por el poder de reconversión que tiene la cadena láctea", agregó, destacando la capacidad de la lechería para agregar valor.

Asimismo, recordó que hace dos años la zona de cuenca de Villa María y parte de Buenos Aires sufrieron grandes inundaciones y una merma en la producción, que aún no se ha recuperado por completo. Esta caída en la oferta sería la causa de la recuperación de los precios.

Explicó que el reclamo por parte de las entidades rurales se debe a la variabilidad de precios en torno a la comercialización. Por lo que apuntó a la necesidad de establecer "reglas de juego claras" desde la producción a la comercialización.

"No nos olvidemos que la lechería es una actividad perecedera, por lo tanto necesita un tratamiento especial. Quien produce está en una clara inferioridad ante quien industrializa y comercializa", concluyó Roberto Perracino.