Un lote de maíz "quemado" por la seca y el calor en el norte de Buenos Aires
El ministro Domínguez recorriendo zonas afectadas. Habrá respuesta a los afectados?

AL FIN EL AGUA

La lluvia recorta pérdidas en la cosecha

16/01/2022 | 10:17 | Durante toda la semana las precipitaciones romperán una sequía que, hasta el momento, según la Bolsa de Comercio de Rosario, genera un impacto negativo de un punto en el PBI

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¿Dios aprieta, pero no ahorca? Más allá de las importantes pérdidas que la sequía y la ola de calor han generado en el agro, las lluvias que arrancaron este fin de semana y que continuarán durante los próximos siete días permite mejorar el panorama angustiante que se abatía sobre la producción agropecuaria, que sobrelleva el segundo episodio Niña consecutivo, con precipitaciones escasas e irregulares.

En diálogo con El Campo Hoy, el meteorólogo Leonardo de Benedictis precisó que se está llegando al final “de esta intensa y extensa ola de calor que abarcó a todo el territorio nacional y obviamente a la región central del país con temperaturas extremas y la ausencia total de lluvias.

De Benedictis aseguró que empiezan a formarse “de manera aislada intermitente con algunos sectores muy puntuales donde empieza a haber precipitaciones, pero a partir de hoy domingo vamos a ver algo más generalizado que se va a ir potenciando en el transcurso de los próximos días.

“Recordemos que ahora entramos en una racha de días consecutivos con lluvias y tormentas de variada intensidad y con algunos acumulados que pueden ser importantes. Y a si vez va a haber una rotación del viento al sector sur y el ingreso de una masa de aire mucho más frío que van a provocar un gran descenso de las temperaturas mínimas y máximas”.

De cualquiera manera, la afectación es enorme en la producción agropecuaria. De Benedictis resaltó que “en la Niña hay una pérdida sustancial a nivel nacional cuando hablamos de la producción y el rendimiento promedio se observa una merma bastante importante y en ese año en particular tenemos dos contras: una es que es el segundo evento la Niña que se presente con lo cual se agrava aún más la situación. La otra característica es que encima estamos transitando el período crítico con una ola de calor extrema y una ausencia total de lluvias. Entonces ahí es donde se potencia aún más la pérdida de rendimiento que podemos tener especialmente en la zona núcleo del país”.

Con respecto al impacto directo sobre la producción agropecuaria, la primera entidad que le puso números concretos ha sido la Bolsa de Comercio de Rosario.

En su informe de esta semana la entidad destacó que el estrés hídrico de verano “hizo caer la proyección de cosecha de soja y maíz 9 y 8 millones de toneladas, respectivamente. Incluso con la recuperación de los precios, la pérdida de ingresos netos del sector productor ya asciende a US$ 2.930 millones, lo que redundará en menos fletes, menos servicios financieros y de intermediación, menos consumo. En total, el impacto sobre la economía argentina se estima en US$ 4.800 millones, o un 1% de su PBI potencial”.

Además, el Estado dejará de recaudar impuestos por US$ 1.440 millones, de los cuales US$ 1.040 millones corresponde a menor ingreso tributario por derechos de exportación, y el resto a otros impuestos.

Números que son fríos para ilustrar sobre el padecimiento, la angustia y la desprotección que abruman a los productores agropecuarios, siempre presa de la voracidad del Estado que nunca acompaña en las malas, más allá de alguna foto, que parece más impostada que otra cosa, del ministro de Agricultura Julián Domínguez y gobernadores recorriendo las zonas afectadas. Es que se supone que se devolverán migajas de lo que el sector aporta todos los años en concepto de retenciones, fundamentalmente.