La Fuerza Aérea del campo

Diego Cerioni ya era piloto antes de saberlo. Aquel niño que miraba pasar los Mirage por los cielos cordobeses, ansiaba con poder estar ahí. Por eso entró a la Fuerza Aérea y se recibió de ingeniero. Poco después le tocó ser parte de la tripulación del Tango 01, aquel imponente Boeing757. Y la vida lo fue llevando de vuelta al campo. A pilotear helicópteros para control de una de las producciones más emblemáticas de la provincia: el maní.

Hoy, gracias a su trabajo y el de un grupo de colegas, el país se distingue a nivel mundial por la eficiencia en el cuidado del cultivo con helicóptero, que se ha transformado en una herramienta eficaz que ahorra tiempo y recursos.

Además, este aparato tiene turbina, que es un motor más amigable con el ambiente, ya que no consume aceite”, le explica a EL CAMPO HOY mientras sobrevolamos la exposición.

As de la acrobacia

Otra de las postales de los cielos de Agroactiva es el biplano rojo de Jorge Malatini. "Mi función es divertirme", admite entre sonrisas. "Es una pasión que llevamos lo que volamos", agrega.

"Estoy en todas las ferias pero llevo muchos años en Agroactiva, porque en conjunto con la FEARCA, queremos demostrar que un piloto con el adiestramiento correcto puede hacer cualquier cosa". Malatini hace dos o tres salidas diarias, pero está presente ne los grandes eventos: el moto GP, en el Dakar, etc. 

"Desde 1990 vuelo el Pitts y llevo 35 volando acrobacia. Toda la vida ligada a la aviación: llegué a ser comandante de Aerolíneas, y sigo ligado a la parte deportiva en muchos eventos, pero más que nada disfruto de la actividad. Vivo en Carlos Casares pero estoy de gira por todos lados, y como piloto de Red Bull en Sudamérica con una escuela de vuelo y parapente en La Cumbre. La acrobacia más difícil: el snap roll, donde más sufre el avión y el piloto. Llevo muchos shows, pero nunca he tenido un susto", confiesa.