Las huellas del camión dentro del lote, que se llevó la cosecha
A pala y balde le robaron 31.500 kg de soja

En Las Rosas

Insólito caso de inseguridad: le robaron la cosecha a pala y balde

22/06/2023 | 10:47

Al productor Gustavo Dignani le robaron dentro de su campo, el equivalente a tres millones de pesos en soja. “Un camión, un par de jóvenes y algún puerto seco que compra”.

Redacción Cadena 3

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El testimonio de Gustavo Dignani evidencia la impunidad de los delincuentes

El contador Gustavo Dignani, productor agropecuario de 54 años residente de Cañada de Gómez, con campo en Landeta y Las Rosas, donde realiza ganadería agricultura, fue víctima de un importante robo cuya modalidad no deja de sorprender, a la vez que desnuda el grado de impunidad que vive una importante zona productiva de la provincia de Santa Fe. En la madrugada del jueves 15 le sustrajeron desde uno de sus campos, más de 30 toneladas de soja, por un valor superior a los tres millones de pesos, directamente desde el silo bolsa dentro del lote.

“Ingreso al campo de Las Rosas para ver si lo que había fumigado había resultado bien, si me había quedado alguna maleza sin combatir, cuando advierto en el lote una huella de camión -narra Dignani-. En ese momento se me heló la sangre, porque si un camión entró al lote, eso tiene un solo significado”.

Gustavo vio que la huella iba directamente hacia el silo bolsa donde días atrás había reservado el fruto de una magra cosecha que en el mejor de los casos alcanzó los 20 qq/ha. “Fui a ver la bolsa y tenía dos agujeros un poco más largos que un camión, donde estuvieron baldeando y así se llevaron la soja; seguramente con un grupo de jóvenes, porque de otra manera no podés hacerlo, entra el camión y en dos horas te lo cargan, esto lo hacen de noche y ya está, listo”, narra con indignación y asombro el productor damnificado.

Muchos cabos sueltos y una sospecha

Según le cuenta Dignani a El Campo Hoy, hay muchas cosas que llaman la atención en este episodio. Por un lado, es una zona que antiguamente tuvo un tambo con gente residente, pero que a causa de los reiterados hechos de inseguridad rural, debieron cerrarlo y por tanto la vivienda quedó abandonada, a merced de la delincuencia. Por otra parte, la guardia Rural “Los Pumas” está a tan solo 10 km de dónde sucedió el robo (los robos), y evidentemente no existen patrullajes que puedan amedrentar a los delincuentes, puesto que un robo de estas características requiere de mucho tiempo y logística. Además, cada vez que se realiza alguna denuncia, nunca se obtienen resultados positivos al respecto.

Siento una impotencia muy grande, porque pudo ser alguien que uno le ha visto la cara, que lo ha conocido y hasta a lo mejor dado trabajo

“Si bien tengo sospechas de dos personas, siento una impotencia muy grande, porque pudo ser alguien que uno le ha visto la cara, que lo ha conocido y hasta a lo mejor dado trabajo, pero bueno, hasta que no tenga la confirmación de fiscalía no tendré una información más cierta”, admite Dignani.

Sin embargo, para que este robo encuentre asidero en el mercado, deben combinarse varios eslabones que Gustavo describe: “hay muchos puertos secos a la vera de la ruta, que compran cereales en negro a algún productor endeudado, y nadie hace nada, te venden combustible en bidones sueltos, entonces todas esas cosas se ven, están a la vista de todos y tenemos gente que teóricamente debería dedicarse a brindarnos seguridad y no hace nada, digamos que está todo liberado y que se puede hacer lo que sea y listo”, enfatiza el productor.

De hecho, Dignani asegura que algunos productores que estuvieron afectados por la sequía y no cosecharon nada, ceden sus cartas de porte para blanquear cereal robado en estos puertos secos. “Este año mucha gente no cosechó y tranquilamente le puede pasar un camión como propio, o también una extrusora que compra en negro y después lo convierten en alimento balanceado para un tambo para un feedlot, pero bueno, esas son las opciones principales pero por el momento no puedo apuntar a una persona sin la prueba”.

“Un año malísimo”

Gustavo Dignani, que produce dese 1997 en esa zona, confiesa que “esto así no puede seguir, venimos de un año malísimo, con un Estado malísimo que nos estafa continuamente y encima tener que soportar estas cosas, la verdad que desmoraliza mucho”. En varios lotes no se pudo cosechar casi nada; “la soja de primera rendía 9 quintales y la de segunda sólo 2 qq/ha; salía más caro pagarle a la cosechadora”, admite la victima.

Esto así no puede seguir, venimos de un año malísimo, con un Estado que nos estafa continuamente y encima tener que soportar estas cosas

Justamente, “esa soja era de un lote bajo, el cual nunca sembramos pero este año a causa de la seca, le pusimos soja y fue el mejor, el normal, en ese silo estaba la cosecha y la semilla que íbamos a utilizar para sembrar en septiembre/octubre, y se la llevaron”.

La injusticia de “Ganancias”

Según el cálculo luego de vender el silo, “se llevaron 31.500 kilos, algo así como tres millones de pesos”. Lo absurdo de la situación es que Gustavo deberá pagar Ganancias de algo que no podrá vender. “Eso es capital que no va a estar disponible para el pago de Ganancias, que ahora viene en una semana, y con la inflación que hay, supone que hubo ganancias en el negocio, aunque pierdas plata, la inflación refleja que vos ganaste; es una estupidez”, dice enojado Gustavo.

Dice no saber si continuará con la siembra del campo (ahora con el trigo), hasta no saber qué puede pasar en el país en cuanto a la administración del próximo Gobierno. “Esto se va a agravar y después va a mejorar, pero antes de seguir apostando en el sector, quiero ver cómo será la próxima administración, porque hay dos opciones de país, o te dedicás a producir o te dedicás a mendigar, y la opción que estamos teniendo ahora es muy triste”, reflexiona Gustavo Dignani.

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