Rodolfo Tkachuk

Según Rodolfo Tkachuk:

El campo, un puente entre Argentina y Ucrania

27/02/2022 | 08:31 | Para este agrónomo descendiente de ucranianos, el país europeo venía sosteniendo un fuerte crecimiento productivo. Pero la guerra, una vez más, vuelve a plantear interrogantes sobre el futuro.   

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Ing. Agr. Rodolfo Tkachuk

Para el Ingeniero Agrónomo Rodolfo Tkachuk, Ucrania no es un lugar cualquiera. Es el origen de su sangre, donde yacen sus antepasados. Y donde la profesión del campo lo pudo llevar muchas veces, para lograr cruzar ese puente que tantos argentinos descendientes de europeos transitaron entre el pasado y el futuro. 

"Yo soy descendiente de los ucranianos de la primera inmigración, que llegaron a Apóstoles, Misiones, en el año 1897. Mi bisabuelo vino de una zona cercana a la frontera con Polonia", le cuenta a EL CAMPO HOY.

Además, resalta las coincidencias de nuestros países, pese a la distancia: 

Existen tres suelos en el mundo que son los de mayor actitud productiva: uno es el Medio Oeste norteamericano (el corn belt o cinturón maicero), la Pampa Argentina y la estepas de Ucrania. Son suelos privilegiados para la producción, y son ambientes muy agrícolas para hacer soja, trigo maíz y girasol".

Pasado y presente

En cuanto al proceso productivo, enfatizó que hay una cuestión que el país está viviendo un proceso de transición luego de la caída de la cortina de hierro y recuperara su independencia del dominio ruso: "hay una gran transformación. Porque con la llegada del comunismo se habían armado granjas comunitarias y había desaparecido la propiedad de la tierra. Después de la caída del muro, empezó un proceso para ver cómo hacer con esa tierra, si era privada o no. Y ver la manera de desarmar esas granjas colectiva s, que lo que tenían era una gran ineficacia productiva, en primer lugar".

En ese sentido, remarcó que la primera medida que se vio fue el aumento de producción, ya que durante el comunismo, el país nunca pasó los 20 millones de toneladas de producción.

Ya en los 2000, después de 10 años de la caída del comunismo, lograron alcanzar entre 60 a 70 millones de toneladas de granos, gracias a la incorporación de tecnología, que prácticamente es copiar y pegar lo que se hace en el corn belt (EE.UU).

Sin embargo, el salto productivo se dio en el marco de un esquema altamente concentrado. "Lo que pasa es que hoy la producción está en manos de muy poca gente, porque ese mismo proceso desordenado de salida del comunismo, hizo que surgirán no pooles, pero sí grupos que siembran de 200 a 400 mil hectáreas, y allí está el grueso de la producción".

Pero esto está cambiando. "Ahora venía en un proceso (que vamos a ver cómo termina todo esto) donde empezaban a existir unidades de 500 a mil hectáreas, pero con una realidad muy distinta, y donde la tecnología se empezaba a generalizar".

Argentina está ahí

En cuanto a la presencia de marcas nacionales en Ucrania, destacó haberse encontrado con una embolsadora argentina Richiger, con Akron, mosquitos Pla, Metalfor, "y era una sorpresa verlos ahí, era una gran sorpresa. El silo bolsa también pegó y mucho".

Rusos y ucranianos

En cuanto a los pueblos hoy beligerantes, destacó las diferencias. "Son pueblos distintos. A veces el mundo confunde Argentina con Perú, Chile o Brasil, pero Ucrania y Rusia son pueblos distintos. Ucrania es muy anterior en la historia, su idioma y alfabeto son totalmente distintos. Si bien es idílico, es otro idioma", destaca.

El ucraniano promedio es como cualquiera de las culturas del centro de Europa: la cultura de la familia; el cristianismo es muy fuerte; donde hay una gran tradición en lo gastronómico. Es gente que festeja mucho juntarse a comer.

En cuanto al clima, explicó que tiene sus propias características: 40 grados bajo cero en invierno y 30 grados de calor en verano, muy parecido al límite entre EE.UU y Canadá.

Finalmente, cuando le preguntamos qué sensaciones le despierta este nuevo conflicto, recuerda a su infancia. 

Para mí es como un deja vu de lo que me contaba mi abuelo. Ucrania siembre estuvo bajo el asedio de Rusia, no importa el gobierno. Mis abuelos estaban cansados de los asedios del Zar Nicolás. Fue siempre la misma historia, y este es un nuevo capítulo, en un conflicto que lleva más de 800 años, son esas guerras ancestrales en el mundo que nunca se terminan, lo increíble es que sigan ocurriendo en 2022, con ciudades bombardeadas, que pareciera que no es Europa.

Para él, que es un hombre de campo, lo más lindo de Ucrania es hablara de la agricultura y su cultura, pero lamentablemente la guerra vuelve a ser la noticia. 

Es una tragedia, espero que la escalada no avance, porque va a ser terrible, no hay forma de saber dónde puede llegar a parar.

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