Postal del Monte Longdon hoy
Raúl emocionado al recordar su experiencia en Malvinas.
Su gran pasión, la cría del ganado Angus, con el cual obtuvo premios en Entro Ríos
12 de junio de 1982. Prisioneros argentinos en Monte Longdon

A 42 años de Malvinas

De Urdinarrain a La Plata, de estudiar medicina a defender Monte Longdon

02/04/2024 | 21:59

Es la historia de Raúl Denardi, productor ganadero, que faltándole tres materias para recibirse de médico, la Patria lo llamó para defender las islas. “Estoy muy orgulloso de haber participado”.

Redacción Cadena 3

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Dr. Raúl Denardi, veterano de guerra y productor ganadero

*por Gustavo Gigena

A 42 años del conflicto bélico mediante el cual Argentina intentó recuperar la posesión de las Islas Malvinas, son miles las historias de veteranos de guerra que salieron del campo y se fueron a luchar. En este 2 de abril, donde se recuerda y honra con afecto y admiración a todos los soldados que defendieron la patria en 1982, esta es la historia de Raúl Denardi, un entrerriano oriundo del pequeño pueblo de Urdinarrain, que siendo estudiante de medicina y a solo tres materias de recibirse, debió embarcarse hacia las islas, cumpliendo con su juramento de “defender a la patria hasta perder la vida”.

Criado en el campo de su familia, cuando llegó la hora del servicio militar, Raúl arrancaba su carrera de Medicina en La Plata, por lo que con sucesivas “prórrogas” otorgadas por la facultad, el tiempo fue pasando hasta que el deber cívico lo llamó para la guerra de Malvinas. Y allí su vida se dividió en una bisagra decisiva.

“Cuando llegamos a esta fecha, a todos creo que nos pasa lo mismo, si bien convivimos con Malvinas todo el tiempo, es una situación especial dentro de nuestra cabeza y en nuestra manera de actuar porque aunque hayan pasado más de 40 años nunca nos vamos a despegar de esta bisagra en la vida”, reflexiona el Dr. Denardi en diálogo con El Campo Hoy.

“Uno se tiene que ir acomodando porque la vida continúa y porque hay gente alrededor nuestro a la cual tenemos que dedicarles también nuestro tiempo”, dice mientras su memoria empieza a conectar los episodios de 1982, que lo depositaron con 26 años en uno de los escenarios más traumáticos del conflicto: Monte Longdon, el bastión de los últimos días de la guerra, por el que los británicos tuvieron que esforzarse más de lo pensado para conquistarlo.

Son sentimientos que nunca se van a apagar, por el contrario, con el tiempo se acrecientan, porque vivir una guerra es diferente a todas las experiencias que uno pueda tener en la vida

La experiencia de la guerra

Raúl cuenta que le llevó muchos años compartir y esbozar su vivencia en Malvinas, cargada de escenas desgarradoras, cuyos detalles se guarda para él, pero que sabe, lo acompañarán el resto de sus días.

“Son sentimientos que nunca se van a apagar, por el contrario, con el tiempo se acrecientan, porque vivir una guerra es diferente a todas las experiencias que uno pueda tener en la vida, donde se mezclan los sentimientos por la Patria, la familia, los amigos y todo eso resurge en estas cuestiones de ansiedad y de estrés postraumático que nos aquejan en mayor o menor medida a todos los veteranos”, describe ya como médico, Raúl Denardi.

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“Yo estuve en el Regimiento de Infantería 7° de La Plata, Compañía B, y de ahí me llevaron a Ezeiza donde tuve sólo 23 días de instrucción, fuimos con otros cuatro soldados los que recibimos tan poco tiempo de preparación; nos dieron la mochila, el fusil y el casco y en Río Gallegos nos subieron al avión directo a Malvinas”, recuerda Raúl y confiesa que el único conocimiento que tenía de las islas era lo aprendido en la primaria. “Hoy no tengo dudas, Malvinas es el único sentimiento que une al 99% de los argentinos con el ser nacional”.

Una resistencia “feroz”

Raúl Denardi estuvo quizás en una de las batallas más estratégicas que marcó el principio del desenlace del conflicto, ya que fue asignado en el grupo de Sanidad a la defensa del Monte Longdon, escenario de cruentos combates contra el experimentado Tercer Batallón de Paracaidistas. El trágico saldo de este enfrentamiento sucedido entre el 11 y el 12 de junio, fue de 31 argentinos muertos, 210 heridos y 50 prisioneros, mientras que los británicos reportaron 23 bajas y 70 heridos.

No es que faltó coraje, pero bueno, no teníamos los elementos suficientes como para salir airosos de esa situación

“Estuvimos en la batalla y después también en el intento de recuperación del Monte y fue bastante complicada, hay cosas que se hicieron mal y que yo sin ser militar me hubiera gustado que sean distintas, porque no es que faltó coraje, pero bueno, no teníamos los elementos suficientes como para salir airosos de esa situación -rememora Raúl -. Ellos tenían en cada fusil una mira infrarroja, y nosotros no, simplemente nuestro fusil, entonces ellos veían nuestros movimientos en plena noche”.

Por eso Denardi concluye que “era simplemente una cuestión de sentido común, ellos intentaron de día y fueron rechazados, y ahí decidieron atacar de noche, lamentablemente estábamos peleando con la una de las potencias más grandes del mundo y de noche, nos pasaron por arriba porque tenían todos los elementos para eso”. Sin embargo, “a ellos no les fue tan bien como suponían, no es como que venían a hacer un picnic y se iban, no, se encontraron con una resistencia feroz, pero bueno, eran mucho más que nosotros en número, en tecnología y en estrategia”.

Finalmente, Raúl regresó vivo al continente. En el audio completo que acompaña esta nota, cuenta cómo fue ese regreso, lo que significó esa vuelta y su entrañable vínculo con el campo y su pasión por la ganadería “de elite”, de la mano de la raza Angus. Allí se refugió y junto a su familia pudo salir adelante, recibirse de médico y criar vacas en el primer nivel.

Raúl Denardi, admiración a su servicio y homenaje viviente a los hombres de campo que fueron a defender la patria. Gracias.

*Periodista Agropecuario, El Campo Hoy, Cadena 3.

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