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19/05/2020 | 09:45 | Desde Confederaciones Rurales Argentina sostienen que "el campo es blanco de ataques sistemáticos de inútiles crónicos", en alusión a las políticas erráticas del Gobierno nacional.
El campo se pone en sus espaldas una vez más a la Argentina. No lo dice un sector, lo muestran los números actuales, recientes e históricos. Lo dice el mundo, lo dice un expresidente de Uruguay (Pepe Mujica), quien no puede ser tildado de capitalista, desde el otro lado del charco.
Globos de ensayo
Medida tras medida, globo de ensayo tras globo de ensayo, "en diciembre, que el trigo no va a alcanzar, en enero, que hay que cerrar la exportación de carne, después la Junta Nacional de Granos, las idas y vueltas con el Mercosur, y ahora que no hay créditos para el campo". Una cadena de desaciertos y errores de diagnósticos, sea por falta de conocimientos del sector, por idoneidad o por intencionalidad.
Se van acumulando, uno tras otro, sumando incertidumbre al único sector activo de la economía.
El campo produce, no especula
El propio Ministerio de Agricultura de la Nación indica que la liquidación de cereales y oleaginosas en su comparativa interanual rubrica una brecha positiva de 10 puntos (48 % contra 38 % del año anterior), cuando ya se liquidó anticipadamente una proporción grande de la cosecha. Y es que el campo responde con intención de siembra, con cosecha y recursos.
Tasas impositivas y confiscatorias
Las estadísticas sirven para reflejar la realidad y a veces para distorsionarla. San Agustín decía que "la única verdad es la realidad", y la realidad es que se trata de un sector que enfrenta tasas impositivas confiscatorias, tipos de cambio efectivos totalmente desacoplados con la realidad, políticas de Estado adversas, ausencia de planes de desarrollo estatal y es blanco de ataques sistemáticos de inútiles crónicos.
Algo huele mal
Los años, las experiencias, la suma de batallas afrontadas nos dicen que algo huele mal, nos cortan el crédito por un lado, por otro aparece un antagonista de un viejo pedido del sector (los créditos a valor producto) solo que la herramienta que emerge es un DIVA (depósito de interés variable) "plazo fijo a valor producto", y simultáneamente, llegan comunicaciones de corredores y exportadores solicitando la pesificación inmediata de los contratos de venta de cereales y oleaginosas.
La rana y el escorpión
La realidad puede analizarse de diferentes maneras, y una de ellas nos lleva a la fábula de El escorpión y la rana, de Esopo.
Si esto se concreta, todo terminará como en ese cuento una vez más, el escorpión y la rana habrán explicado la realidad.
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