Argentina, a un paso de producir la primera vacuna contra Leucosis bovina

Se trata de uno de los desarrollos biotecnológicos más destacados de la ciencia argentina en los últimos años. De la mano del Laboratorio de Virología del INTA Castelar, en conjunto con la Universidad de Liège (Bélgica), y técnicos del INTA Rafaela, se arribó al último paso legal que faltaba para desregularizar la cepa transgénica que permitirá producir la vacuna contra la Leucosis Bovina en poco menos de dos años.

En el ámbito de la Secretaría de Agricultura de la Nación, hoy se presentó este hito de la ciencia y la técnica argentina, con la presencia del secretario Juan José Bahillo, el presidente del INTA, Mariano Garmendia, la titular del Senasa, Diana Guillen y la Dra. Karina Trono. Previamente, a través de la Disposición 1/2022 del Ministerio de Economía se publicó ayer en el Boletín Oficial, la liberación del evento biotecnológico, producto de las habilitaciones y auditorías realizadas por la CONABIA, el SENASA y el Ministerio durante la última década.

La cepa validada fue producto de una investigación científica que comenzó en 2007, con un equipo de investigadores que lideró la Dra. Karina Trono, del INTA Castelar, en conjunto con expertos de la Universidad europea y el posterior trabajo de campo y ensayo en el INTA Rafaela, desde 2015, cuyos resultados fueron auspiciosos para ir hacia la erradicación de esta enfermedad bovina a través de una vacuna.

Ahora resta determinar qué tipo de vacuna se utilizará para encarar los primeros planes pilotos en los rodeos comerciales de las cuencas lecheras del país.

Un largo camino que dio sus frutos

En diálogo con EL CAMPO HOY, la directora del Instituto de Virología del INTA Castelar, y creadora del evento biotecnológico, Dra. Karina Trono, expresó su satisfacción por este logro científico, que tiene un impacto directo y real sobre una de las economías más emblemáticas de Argentina:

es lindo porque el investigador tiende a objetivos de muy largo plazo que no son muy visibles para el público, pero en mi caso, como soy Veterinaria, quise dedicarme a un tema que aportara una solución concreta.

Trono explicó que el camino fue largo hasta llegar a esta instancia: “contábamos con un virus que al ser modificado genéticamente debió atravesar un proceso de evaluación que se va autorizando de a poco, hasta llevar al permiso final para que ese evento sea de libre uso”.

Ahora ya pasa a ser como cualquier otro principio activo para formular un biológico y empezamos el camino del desarrollo final de la vacuna.

En efecto, el INTA tiene en marcha un proyecto de análisis para seleccionar la plataforma de aplicación, porque “este virus se puede poner en la vacuna de diferentes maneras: como virus completo de una vacuna clásica, o como ADN (que sería innovador para el país). Entonces, dependiendo de lo que salga de ese estudio, vamos a encarar el desarrollo del proceso productivo, el cual estimamos estaría culminado en dos años para iniciar el registro”.

Superada la fase clínica (que acaba de finalizar), esta instancia también habilita a comenzar con el plan piloto, según comenta la Dra. Trono.

Es probable que arranquemos en la provincia de Santa Fe, con quienes tenemos una carta acuerdo firmada porque allí realizamos la mayoría de las pruebas; ellos manifestaron el interés y solo resta acordar con las autoridades políticas.

Las particularidades del principio activo del INTA

Karina Trono explicó por qué este desarrollo nacional es único en el mundo:

tiene varias cuestiones de innovación; la primera es que no existen tratamientos ni vacunas en el mundo para Leucosis, por lo que es una herramienta que se puede usar por primera vez para prevenir la infección... 

...lo segundo es que está construida en base a un virus modificado, es decir, es el mismo virus de campo pero ingenierizado como atenuado, para que no contagie ni produzca tumores y busque respuesta inmune; y además, si llegara a salir como una vacuna de ADN, sería la tercera innovación”.

La Leucosis bovina, que afecta alrededor del 90% del rodeo lechero del país, es una enfermedad silenciosa que hasta el momento no tiene cura, comparable en los humanos a lo que es el VIH (Sida), este virus provoca la formación de tumores que provocan la muerte del animal hasta en un 10% de los casos, en tanto merma las capacidades productivas y reproductivas de los ejemplares que continúan con vida.

Es un virus que se encuentra diseminado en muchos países de América Latina y el Caribe, de América del Norte, Europa Oriental y Asia, por eso el descubrimiento del INTA será celebrado en gran parte del mundo lechero, cuando finalmente se llegue a la comercialización de la vacuna.

Impacto económico y productivo

De acuerdo a un estudio realizado por INTA en 2014, el impacto económico en el sistema productivo lechero que genera la enfermedad incluye un 10% de mortandad de los animales infectados, provocando un lucro cesante de alrededor de 5.300 dólares por vaca, ya sea por su merma productiva, reproductiva y tratamiento o contagio.

Según informó le INTA, el producto apunta a un mercado global de producción, control y prevención de la leucosis bovina, a través de la oferta de una nueva vacuna recombinante para el control de la enfermedad en establecimientos de producción lechera de todo el mundo.

El sistema -explicó el Instituto en su página web- permite diferenciar a vacunados de infectados, gracias a que la vacuna es una cepa atenuada y que no es exactamente igual a la cepa salvaje (desarrollado por el mismo equipo académico) y provoca una fuerte respuesta inmune anti-BLV comparable a la respuesta inmune frente al virus salvaje.