Shirley Chisholm durante la Convención Nacional Demócrata en 1972.

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Las lecciones de Shirley (sí, la de Netflix)

01/04/2024 | 16:30

 

Redacción Cadena 3

Julio Perotti

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Las lecciones de Shirley (sí, la de Netflix)

Shirley Chisholm fue una pionera en la política estadounidense y una figura destacada en la lucha por los derechos civiles y la igualdad de género.

Nació el 30 de noviembre de 1924 en Brooklyn, Nueva York, en una familia de inmigrantes de Barbados.

Desde temprana edad, enfrentó la adversidad y la discriminación racial en una sociedad profundamente segregada.

Después de obtener un título en sociología en el Brooklyn College, Chisholm trabajó como maestra y luego como directora de guardería.

Su interés en la política creció a medida que observaba las injusticias que enfrentaban las comunidades afroamericanas en Brooklyn y en todo Estados Unidos.

En 1964, se convirtió en la segunda mujer negra en ser elegida para la legislatura estatal de Nueva York.

El momento más significativo en la carrera política de Chisholm llegó en 1968, cuando se postuló para el Congreso de los Estados Unidos.

En una campaña valiente, Chisholm desafió las normas establecidas y ganó la nominación del Partido Demócrata para representar al distrito 12 de Nueva York.

En enero de 1969, asumió su cargo como la primera mujer afroamericana en ser elegida al Congreso.

Una vez en el Congreso, Chisholm continuó desafiando las expectativas y luchando por la igualdad racial y de género.

Co-fundó el Congressional Black Caucus y fue miembro del Comité de Educación y Trabajo. Como congresista, abogó por la educación infantil, los derechos de las mujeres y las minorías, así como por la reforma del bienestar social.

En 1972, Chisholm decidió dar un paso histórico al postularse para la presidencia de los Estados Unidos, convirtiéndose así en la primera mujer afroamericana en buscar la nominación presidencial de un gran partido político.

Su campaña desafió las normas establecidas y desafió el statu quo, pero enfrentó una serie de obstáculos, incluida la discriminación sexista y racial, así como la falta de apoyo financiero y político dentro del Partido Demócrata.

A pesar de esto, Chisholm se mantuvo firme en su compromiso con la justicia y la igualdad.

Aunque no logró ganar la nominación presidencial, la campaña de Chisholm dejó un legado duradero en la política estadounidense. Demostró que las mujeres y las minorías podían aspirar a los cargos más altos del país y que la diversidad en la política era esencial para una democracia verdadera y representativa.

Dos lecciones que nos deja la historia y que podemos leer en clave argentina:

1. Shirley enfrenta una casta, que no reconoce partidos ni raza ni religión. El sostenimiento del poder para esa casta no acepta rupturistas como ella.

Hay que prestar atención también al papel que juegan los medios en invisibilizar personajes como ella.

2. Que la lucha, no importa cuán dura sea, debe darse dentro del sistema.

De hecho, hay una escena muy potente en la película que protagoniza Regina King y que puede verse en Netflix. Ante la duda de sus colaborares, Shirley es enfática: “Vamos a sacudir el sistema desde adentro del sistema”.

Se pueden sufrir muchas frustraciones, pero los pies siempre deben estar adentro del plato.

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