La otra violencia: el asesinato de la naturaleza

La Patagonia está en llamas.

El hallazgo de material acelerante para azuzar las llamas indica el origen intencional de los focos que afectan a la Patagonia argentina.

Lo dijeron los gobernadores Ignacio Torres (Chubut) y Alberto Weretilnek (Río Negro).

Los incendios forestales son considerados un ecocidio por su impacto destructivo a gran escala en los ecosistemas.

Tiene consecuencias irreversibles para la biodiversidad y el equilibrio ambiental.

Esta calificación surge de tres factores clave:

1. El hombre como causante y carácter deliberado

El 95% de los incendios forestales se deben a causas humanas, principalmente:

• Quemas para expansión agrícola-ganadera.

• Prácticas de renovación de pasturas sin control.

• Negligencias en actividades recreativas o industriales.

• Intereses inmobiliarios que buscan revalorizar terrenos.

• Causas políticas, como las que podrían motivar a grupos que se autodefinen mapuches, por ejemplo.

En Argentina, casos como los incendios en Córdoba (2024) y la Patagonia (actualmente) demostraron la intencionalidad detrás de quemas que destruyeron 200.000 hectáreas anuales de bosques nativos, según datos de Greenpeace.

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2. Impacto en biodiversidad y ciclos naturales

Los efectos ecológicos incluyen:

• Extinción local de especies: como el cóndor andino y la corzuela en Córdoba.

• Alteración reproductiva: destrucción de nidos y hábitats durante épocas críticas.

• Empobrecimiento de suelos: pérdida de nutrientes y capacidad de retención hídrica.

• Ciclo de degradación: cada incendio facilita nuevos fuegos al acumular material combustible seco.

En ecosistemas como bosques pluviales, los incendios repetidos reducen la biodiversidad en 90% según estudios citados por la FAO.

3. Sinergia con la crisis climática

Los incendios operan en un círculo vicioso:

• Emiten 300 millones de toneladas anuales de CO2 a nivel global.

• Reducen la capacidad de absorción de carbono al destruir bosques

• Aceleran desertificación, aumentando temperaturas regionales.

Este mecanismo convierte los incendios en aceleradores del calentamiento global, mientras las condiciones climáticas extremas (sequías, olas de calor) facilitan su propagación.

La combinación de destrucción intencional, daño irreversible a ecosistemas y contribución al colapso climático justifica la calificación de ecocidio, particularmente cuando existen marcos legales incumplidos como la Ley de Bosques en Argentina.

Los casos documentados muestran que estos eventos no son accidentales, sino estrategias económicas o políticas que priorizan ganancias sobre la sostenibilidad ambiental.