Trump, el hombre que se siente predestinado.
Milei desplegó su retórica "anti woke" en el Foro de Davos.

Abrapalabra

El diccionario de la nueva derecha: del wokismo al Destino Manifiesto

24/01/2025 | 17:41

  

Redacción Cadena 3

Julio Perotti

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El diccionario de la nueva derecha: del wokismo al Destino Manifiesto

Primera parte

La ideología woke

Formalmente, la ideología woke, que atacan a coro Donald Trump y Javier Milei, es un conjunto de creencias y movimientos sociales que emergieron principalmente en Estados Unidos, enfocados en la lucha contra diversas formas de injusticia social, especialmente el racismo, la desigualdad de género y los derechos de las comunidades LGBTQ+.

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El término "woke", que proviene del inglés afroamericano y significa "despertar", se utilizaba inicialmente para describir a aquellos que estaban conscientes de las injusticias raciales y sociales.

¿Qué ven Milei y Trump? A toda la izquierda proclamando la ideología woke a lo largo del mundo y se sienten llamados a combatirlo. Y, en su mirada, contaminando a la sociedad con lo políticamente correcto, que quita libertad.

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El concepto de estar "woke" comenzó a ganar popularidad en la década de 1940 dentro de las comunidades afroamericanas como un llamado a la acción contra la discriminación.

La frase "stay woke" se consolidó en el discurso político y social, especialmente tras eventos significativos como el movimiento Black Lives Matter, que surgió en respuesta a la violencia policial contra afroamericanos.

Con el tiempo, el término se amplió para incluir una variedad de luchas sociales, abarcando temas como el feminismo y los derechos de los transexuales, entre otros.

En definitiva, la ideología woke, que es una forma de decir progresismo, es interpretada de diversas maneras.

Para sus defensores, representa una forma de protesta no violenta que busca empoderar a grupos históricamente marginados y corregir injusticias sistémicas. Para sus críticos, es una forma extrema de corrección política que amenaza la libertad de expresión y los valores tradicionales.

Segunda parte

El Destino Manifiesto

“Hace solo unos meses, en ese hermoso campo de Pensilvania, una bala de un asesino penetró mi oreja. Pero sentí entonces, y creo incluso más ahora, que mi vida fue salvada por una razón. Dios me salvó para hacer a América grande nuevamente”

Donald Trump, durante su reciente discurso de investidura, se declaró predestinado.

Y, por eso, evocó el concepto de Destino Manifiesto, una doctrina histórica que ha influido profundamente en la política y la identidad estadounidense desde el siglo XIX.

Este término, acuñado por el periodista John O’Sullivan en 1845, sostiene que Estados Unidos tiene un mandato divino para expandirse por el continente norteamericano y más allá, justificando acciones como la anexión de Texas y la guerra con México.

El Destino Manifiesto se basa en la creencia de que Estados Unidos es una nación excepcional, destinada a liderar y difundir sus valores democráticos.

Esta ideología no solo impulsó la expansión territorial hacia el oeste, sino que también sirvió para legitimar políticas que resultaron en el desplazamiento de pueblos indígenas y la apropiación de tierras.

La noción de que esta expansión era moralmente correcta se convirtió en un pilar del excepcionalismo estadounidense, que considera al país como un "guardián divino" de la democracia global.

En su discurso, Trump utilizó el Destino Manifiesto para enmarcar sus ambiciones espaciales y territoriales.

Conquistar Marte

Quedarse con el Canal de Panamá.

Ir por Groenlandia.

Cambiar el nombre del Golfo de México a "Golfo de América".

Todo eso representa una idea expansionista que refleja el Destino Manifiesto.

La pregunta es quiénes serán los próximos. No por mandato divino sino por el dedo de Trump.

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