Alberto como Riquelme, comentarista de la realidad

Sesenta días. Es el tiempo de la tregua que el Presidente dijo que va a buscar con sindicalistas y empresarios.

Alberto Fernández quiere “definir una hoja de ruta” para negociar un acuerdo de “precios y salarios por los próximos 60 días”.

Y, por supuesto, puso la pelota en cancha de los otros: “Hay muchos" –dijo– que apuntan a silenciar la medidas que adopta el Gobierno para “facilitar la vida de la gente y abaratar los costos”.

El Presidente evidentemente no consideró, o no quiso pensar, que estamos a 48 horas del anuncio de un tarifazo que va a estar muy lejos de facilitar la vida de la gente y hacerla más barata.

Lo más curioso es el uso de la tercera persona: "Debemos hacerle frente a la (inflación en) Argentina; es uno de los grandes problemas, uno de los que más preocupa al Presidente de la República, que quiere que los precios se contengan, que los especulares desaparezcan, y que los salarios le ganen a la inflación". 

Apenas intenciones, que sólo él parece tener.

Veamos lo que dijo Gustavo Melella, gobernador de Tierra del Fuego y uno de los más cercanos al Presidente: “Si seguimos con este descalabro no llega nadie al 2023".

Por si hiciera falta aclarar el “nadie”, fue enfático: “Ni oficialismo ni oposición”…

A diferencia de Fernández, Melella fue durísimo: "Gran parte de la responsabilidad es de nuestro gobierno, el Frente de Todos es el principal responsable".

Algunos usan, como Juan Román Riquelme, la tercera persona. Otros son directos. Y más realistas.