Un presidente en falsa escuadra

El 23 de mayo va a quedar como una síntesis de las dudas que genera la presidencia de Alberto Fernández. En pocas horas se resumió el estado en el que se encuentra la Presidencia, que es nada más y nada menos que el estado en que se encuentra el mando político en Argentina.

Un juez en la provincia de Buenos Aires consideró que el Presidente no estaba en funciones en el momento de ir a la fiesta de cumpleaños de su compañera, en la residencia presidencial de Olivos. Y así fue aceptado y por lo tanto ahora, a cambio de unos pesos, queda absuelto y libre de culpa y cargo por la falta gravísima que cometió al violar una norma que él mismo había impuesto.

Nos había impuesto como una restricción a nuestras libertades por la emergencia sanitaria. No sabía que el presidente trabajaba algunas horas y que en otras horas no era el Presidente.

Quiero recordar simplemente a modo de anécdota, que entre la noche y la mañana del día que asumió Mauricio Macri, hubo que nombrar a un presidente interino que fue el entonces senador Federico Pinedo, porque hubo una desinteligencia y el país no podía quedarse sin presidente durante la madrugada.

Lo de ayer es una vergüenza de la Justicia y es más vergonzoso que el Presidente acepte ese criterio para zafar de la impunidad, porque ese es el problema. La impunidad. A la tarde, el Presidente tuvo la bendita idea de rediseñar y presentar el rediseño de billetes.

No voy a opinar sobre eso, pero simplemente voy a decir que el Presidente presentó billetes que se devalúan minuto a minuto y que por lo tanto, mostró una vez más, que está muy fuera de la realidad.