Dime cuántas tasas cobras y te diré quién erés

Hay datos que incomodan porque obligan a mirarse al espejo. Esta semana, el Ministerio de Economía de la Nación publicó el llamado Portal de Transparencia Tributaria Municipal, un relevamiento exhaustivo de las tasas que cobran los municipios de todo el país. Está online, es interactivo y cualquiera puede entrar, cliquear su provincia, su ciudad, y ver con precisión quirúrgica cuánto y por qué le están cobrando.

Y ahí aparece la primera confusión, bastante extendida: cuando un municipio le cobra una tasa a un hipermercado, a un banco o a una empresa grande, muchos creen que “la paga el empresario”. Error. Esa tasa se traslada casi de manera automática al precio final. El kilo de milanesas, la nafta, la cuenta bancaria, todo eso ya viene con el impuesto municipal incorporado. No es ideología, es contabilidad básica.

Los números, cuando se miran de cerca, hablan solos. En Córdoba, por ejemplo, Río Cuarto lidera el ranking provincial de ingresos brutos a hipermercados con un 3,4%. Villa María cobra 2,5%, la ciudad de Córdoba 1,6%, Carlos Paz llega hasta 4,8%. ¿Resultado? El consumidor paga más en la góndola, aunque no lo sepa.

Con los bancos pasa algo similar. Río Tercero cobra 5,5%, Córdoba capital 5%. Traducido: cada uno de nosotros paga alrededor de 170 pesos por mes por cada cuenta bancaria, no el banco. Nosotros. Pero eso no figura en ningún resumen de cuenta con letra grande.

Si cruzamos a la provincia de Buenos Aires, aparece la famosa tasa vial, ese impuesto encubierto que se paga cada vez que se carga combustible. Azul y Moreno encabezan el ranking con 2,5% por litro. Se cobra directo en el surtidor y va a un pozo común. Después, si la ruta mejora o no, es otra historia.

La tasa de Seguridad e Higiene merece un párrafo aparte. La Matanza y La Plata cobran 7,5%. Lanús les cobra a los hipermercados 6%, Pilar 4,5%, Quilmes 3,74%. Hay municipios de todos los colores políticos. Esto no es una grieta partidaria: es una práctica extendida.

Todo esto conecta con una discusión más profunda que viene impulsando desde hace años la ONG Lógica, que preside Matías Olivero Vila: saber exactamente qué estamos pagando cuando compramos algo. Hoy, solo Chubut y Mendoza detallan los impuestos en la factura. Otras provincias —Córdoba, CABA, Entre Ríos y Salta— dicen estar "en proceso". El resto, silencio.

¿Cuánto pagamos realmente de impuestos? No las empresas. Nosotros. Porque el traslado existe y es cotidiano. Y está bien que el Gobierno nacional ponga la lupa sobre municipios y provincias. Es una discusión necesaria, saludable, casi pedagógica.

Pero también estaría bien que esa lupa apunte hacia arriba. Que se discutan de verdad los impuestos nacionales que castigan el consumo. Que la transparencia no sea solo un ranking, sino el primer paso de algo más ambicioso: empezar a pagar menos.

Esa discusión, por ahora, ni siquiera empezó. Pero al menos, por primera vez, tenemos los datos sobre la mesa. Y cuando los números aparecen, ya no hay excusas.